viernes, 24 de junio de 2016

Un lugar al que llamar hogar

Dicen que el hogar es donde está el corazón
pero mucho me temo que no,
que no es así.
O al menos no lo es para mí.

Mi hogar no es un sitio en el que vivir,
sino un camino al que recurrir.
Es más bien un atajo a la alegría,
un camino directo al confort y la seguridad.

Y siguen diciendo que si tú no eres tu propio hogar,
es porque no te aprecias.
Os aseguro yo que no es así:
el hogar es, para mí, un camino hacia ti.

Es un camino que te lleva a encontrarte,
un camino que te ayuda a conocerte.
Es el hogar esa forma de darte cuenta
de lo mucho que vales la pena.

Que yo ahí es donde he logrado encontrar
toda la estima que tengo ahora por mí misma.
He conseguido encontrar una razón,
la luz que hay dentro mío.

No imagino qué sería de mí si lo perdiese,
si a mi hogar le diese por desaparecer.
Porque ya sabes tú, que mi hogar está contigo,
que mi hogar está entre tus brazos.

Que has sido tú la luz que me ha llevado
a encontrarme conmigo.
Entre tus brazos he aprendido cosas importantes:
he aprendido a quererme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario