jueves, 30 de junio de 2016

Tú y yo vamos a brillar

Esta noche la luna dice que la eclipsamos,
que brillamos tanto cuando nos damos la mano
ella es sólo una tenue luz a nuestro lado.

Déjala, sólo está celosa de ver nuestras sonrisas,
de que ya no necesite que venga a iluminar:
de que mis noches tengan su propia claridad.

Porque he dejado de orientarme mirando al cielo,
y he empezado a guiarme por el mundo mirándote a los ojos
cuando estamos en la cama abrazándonos.

Y es que de repente me he visto haciendo de tus lunares
mi norte, mi sur, mi este y mi oeste;
todos mis puntos cardinales.

Que he tirado a la basura la brújula
y voy siempre con una foto tuya.
Que si me pierdo, sea a tu vera.

Y es que mirarte es ver una galaxia infinita
llena de caminos a la felicidad.
Mirarte es darle sentido a la vida.

Y, cómo decirte que, por fin
gracias a ti
sé lo que es realmente vivir.

viernes, 24 de junio de 2016

Un lugar al que llamar hogar

Dicen que el hogar es donde está el corazón
pero mucho me temo que no,
que no es así.
O al menos no lo es para mí.

Mi hogar no es un sitio en el que vivir,
sino un camino al que recurrir.
Es más bien un atajo a la alegría,
un camino directo al confort y la seguridad.

Y siguen diciendo que si tú no eres tu propio hogar,
es porque no te aprecias.
Os aseguro yo que no es así:
el hogar es, para mí, un camino hacia ti.

Es un camino que te lleva a encontrarte,
un camino que te ayuda a conocerte.
Es el hogar esa forma de darte cuenta
de lo mucho que vales la pena.

Que yo ahí es donde he logrado encontrar
toda la estima que tengo ahora por mí misma.
He conseguido encontrar una razón,
la luz que hay dentro mío.

No imagino qué sería de mí si lo perdiese,
si a mi hogar le diese por desaparecer.
Porque ya sabes tú, que mi hogar está contigo,
que mi hogar está entre tus brazos.

Que has sido tú la luz que me ha llevado
a encontrarme conmigo.
Entre tus brazos he aprendido cosas importantes:
he aprendido a quererme.

sábado, 18 de junio de 2016

Lo sé, y tú lo sabes también

Lo sé, hace mucho que no te escribo.
Y no, no me he olvidado de ti
¿pero sabes? Te he superado.
Ya no dueles,
la herida finalmente se cerró.

Lo sé, hasta hace unos meses pensaba
que sin tu sonrisa no habría luz,
y mírame ahora:
me permito enamorarme
y de alguien que no eres tú.

Lo sé, he tardado mucho,
durante demasiado no he sabido vivir
durante casi dos años—;
pero he conseguido volver a sonreír
y ya no es por ti.

Lo sé, que quizá volvería a caer si me abrazas
que quizá la herida se volvería a abrir,
volvería a doler, pero no con la misma intensidad.
Y es que, qué coño importa ya
si me estoy enamorando y no es de ti.

Lo sé, nadie hará que te olvide
y con nadie será igual que contigo.
Pero es que no pretendo que eso pase:
he aprendido a no cometer el mismo error.
No caeré en el mismo abismo otra vez.

Lo sé, y tú lo sabes
que para mí todo tenía sentido si era contigo.
Y sé que ya no lo volvería a tener,
porque ahora mis ojos sólo buscan los suyos.
Lo sé, y tú lo sabes también...

...no encajaríamos si volviéramos a abrazarnos.