miércoles, 8 de marzo de 2017

Tres senderos: indecisión

Mi vida pende de un hilo,
y no sé qué camino elegir.
He de saltar al vacío
sin saber qué será de mí.

Hay tres senderos:
El primero, seguridad y remordimientos.
El segundo, inestabilidad y alegría.
El tercero, el final. Sucumbir.

Cada camino me lleva
—de un modo u otro—
al mismo destino:
ahogarme.

Los tres senderos brindan confort:
El primero, me ayuda a vivir.
El segundo, me acerca a la felicidad.
El tercero, me hace no decidir.

Y no sé qué desvío debo tomar
en este punto.
No sé qué me conviene,
qué hacer para mejorar cómo vivo.

Los tres senderos implican pesar:
El primero, en no perseguir lo que anhelo.
El segundo, en desfavorecer la solidez.
El tercero, en renunciar.

Debo tomar una decisión,
y desconozco qué debe guiarme.
La incertidumbre mata,
pero todo lo demás,... También.

Me he perdido en esta ruta,
me he estancado.
Y de verdad que desconozco
totalmente
cómo continuar.