jueves, 31 de diciembre de 2015

Este año te saco a bailar

En escasas horas comenzará otro año,
el primero en que por fin te saque a bailar.


Bailaremos sin pista de baile,
sin canción de fondo.
Bailaremos sin ropas elegantes,
sin ornamentos.

Bailaremos sobre los kilómetros,
esos que creían que nos estaban separando.
Bailaremos sobre llamas,
esas que nos hacen arder por dentro.

Bailaremos con la luna,
con sus hilos de luz.
Bailaremos siguiendo el ritmo
de nuestros latidos.

Bailaremos entre versos,
y en uno abriremos un paréntesis
Bailaremos cerrándolo con nosotros dentro,
para quedarnos a vivir ahí.

(Tú y yo bailando entre versos
sin otros pronombres
sin interrogantes,
sin puntos finales,
sólo tú y yo)

Este año sí,
de este no pasa.
Este año
te saco a bailar.

martes, 1 de diciembre de 2015

Tu afilada ausencia

Te he visto partir hacia lugares que desconozco
y te he visto partirme a mí
en incontables trozos,
como si fuera una fotografía vieja
que guarda recuerdos que quieres olvidar.

Y me he visto entre bares
besando botellas
tratando de huir de ti
 —de tu recuerdo, quiero decir,
porque admito que jamás huiría de ti—.

Y no te he visto más en ningún lugar
y sin embargo, tu ausencia me hace compañía,
y me hiere clavándome agujas con tu nombre,
me obliga a buscarte en otros cuerpos
y me empuja a sus acantilados.
Y caigo,

         caigo,

                     caigo...

Y vuelvo a caer
y duele, porque no es sobre ti:
sino sobre tu ausencia
que tiene preparadas más agujas
y más dolorosas.

Y no me he vuelto a ver:
me he perdido a mí misma
en el fondo de las botellas
en las que esperaba
ahogar tu ausencia
o encontrarte a ti.