Te he visto partir hacia lugares que desconozco
y te he visto partirme a mí
en incontables trozos,
como si fuera una fotografía vieja
que guarda recuerdos que quieres olvidar.
Y me he visto entre bares
besando botellas
tratando de huir de ti
—de tu recuerdo, quiero decir,
porque admito que jamás huiría de ti—.
Y no te he visto más en ningún lugar
y sin embargo, tu ausencia me hace compañía,
y me hiere clavándome agujas con tu nombre,
me obliga a buscarte en otros cuerpos
y me empuja a sus acantilados.
Y caigo,
caigo,
caigo...
Y vuelvo a caer
y duele, porque no es sobre ti:
sino sobre tu ausencia
que tiene preparadas más agujas
y más dolorosas.
Y no me he vuelto a ver:
me he perdido a mí misma
en el fondo de las botellas
en las que esperaba
ahogar tu ausencia
o encontrarte a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario