viernes, 28 de noviembre de 2014

Microcuento III

Le veía a través de un cristal.

Puse mi mano en el cristal, él puso la suya. Acerqué mis labios, él los suyos. Nos besamos a través del cristal. Se sentía frío, sí, pero eran mucho más cálidos ésos labios que ni siquiera alcancé plenamente a rozar, que los de cualquiera que me hubiera besado antes.
Él me amaba, yo le amaba. El cristal nos separaba, pero el amor era real.

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